Decir adiós nunca es fácil. Termina una etapa que arrancó llena de ilusión en febrero y que me ha permitido descubrir un país, una ciudad, un fútbol... y que me deja muchas experiencias nuevas y, sobre todo, muchos amigos. Por siempre me sentiré orgulloso de haber llevado el brazalete de capitán de Rayados, de haber liderado al equipo en el primer Mundial de Clubes en su nuevo formato, de haber batallado en el Clausura, en el Apertura, en la Leagues Cup, en la Concacaf Champions Cup... y de haber defendido con coraje el Gigante de Acero a vuestro lado en todos los partidos que hemos jugado en casa. Lo he dejado todo en la cancha y fuera de ella para poder dar mi mejor rendimiento. 34 partidos, más de 3.000 minutos, 8 goles y tantas emociones que no se pueden describir en cifras. Al club, a mis queridos compañeros, a los cuerpos técnicos, a los empleados, a todos, gracias. Y, sobre todo, gracias a vosotros, aficionados, que me habéis hecho llegar vuestro calor y vuestro cariño desde el primer momento que pisé la ciudad. Siempre recordaré con nostalgia esta etapa de mi carrera y siempre diré con orgullo “¡Arriba el Monterrey!”.
12.10 03:08
